8.1.13

Haciendo las maletas

Ayer no escribí porque estuve un poco de despedida de Cádiz. Fuimos a la parcela que tiene mi padre en Chiclana. Pudimos ver a los perros, ayudar a recoger ramas de la poda, recolectar algunas naranjas, andar por los viejos caminos y sobre todo comernos una increíbles pinchitos a la brasa -bueno, también me tocó instalar la tele nueva que le habíamos comprado a mi padre para el campo.

Llevo toda la vida considerando los pinchitos una delicia, habitual de las festividades. Como mi padre nació en Río Martín, desde los tiempos en los que iba a visitar a mi abuela y a los familiares que aún quedaban por allí, hemos tenido en casa especia de pinchito (la del enlace no es más que una receta en realidad, cuál es la auténtica siempre está en discusión, de hecho la que nosotros hemos usado normalmente siempre ha sido menos roja que la del video, más amarilla). La especia puede guardarse durante mucho tiempo, y la hemos usado siempre en visitas al campo en fechas señaladas, o en momentos de despedidas, etc... Hacía ya un tiempo que no teníamos de la de allí, y recientemente nos han traído desde Tetuán. Ahora tengo un poco en casa, en Madrid, así que si pasáis por mi casa igual la podéis probar.


Bueno, pues la siguiente entrada ya será desde Madrid. Esperemos que no se vuelvan dispersas y aburridas.

1 comentario:

Herel dijo...

¿Cómo? ¿Que tienes especia? Pues te mando unos sardaukar a por ella :D

Felíz año.