Un día un poco tonto

Hoy he tenido un día un poco tonto. Esta mañana he ido con la familia al centro de interpretación de la Pepa.  No hemos podido ver el oratorio -parece que el obispado se lo ha vuelto a quedar ya-, pero he llevado a mi familia a ver la maqueta de Cádiz del siglo XVIII que sorprendentemente no conocían.

Y después de eso, estaba un poco tocado de nariz. Tal vez debería abrigarme algo más, y lo cierto es que no me apetecía hacer gran cosa. Me he quedado por casa, he envuelto algunos regalos que me faltaban -fatal, como siempre- y en lugar de salir a andar -como hubiese debido- he estado ajustando un poco el código de la última ficción interactiva que estoy creando. Creo que esta vez ésta sí saldrá a la luz.

Entre mis propósitos de Año Nuevo de este año está sacar tres relatos interactivas, ésta en la que estoy trabajando ahora, y muy probablemente Berg y 4 Picas. Todo está bastante adelantado ya así que creo que este año mi aportación al mundillo no será nula como suele ser habitual.