28.6.14

La felicidad

Cuando era un chaval estuve buscando la 'Verdad', así con mayúsculas, y en esa búsqueda pasé bastante tiempo considerando las creencias, todas las aproximaciones místicas de las que tuve conocimiento, desde aquellas en las que me habían formado -cristianismo- hasta algunas bastante extravagantes. Aquella búsqueda fue intensa en una época pero no acabó de golpe, sino que más bien acabó transformada en una especie de ruido de fondo que tardo bastante en cristalizar y solidificarse en mi fe ateísta actual.

Una de las conclusiones que alcancé en los primeros tiempos es que la mística no me aportaba nada personalmente y que mi pensamiento estaba más contento situándose en el lado del método científico (razón por la que os recomiendo encarecidamente que veáis con vuestros hijos la serie Cosmos, tanto la vieja como la nueva). La otras conclusión fue que si alguien tiene necesidades místicas, si necesita de alguna forma tratar la mente y encontrar algo más allá de la cruda realidad científica -que a mí me resulta hermosa y embriagadora, pero que es cierto que puede ser descarnada y brutal en sus conclusiones- las dos 'religiones' -y creo que es necesario escribirlo entrecomillas- que me parecen más razonables e incluso diría que humanas, son el budismo y el zen. Ambas religiones son casi ateas, aunque místicas, en el sentido de que importa más la mente del creyente que los 'espíritus'. Hoy me ha llegado por facebook ese video:


Y esto me ha hecho recordar otra de mis conclusiones. Creo que los budistas tienen razón en cuanto a la felicidad, el desapego y la meditación -lo segundo es de lo que trata el video- es lo que puede dar la 'felicidad', ese estado permanente que buscan los budistas. Ahora bien, cuando llegué a esa conclusión siendo un chaval me pregunté '¿eso es útil?'. Ved el vídeo. Este meditador lamaísta hace un chiste sobre la filosofía francesa que ríen a gusto los presentes, que a fin de cuentas son asistentes a TED y probablemente de mentalidad 'americana', una mentalidad contraria, en realidad, al pensamiento negativo y peligrosamente cerca a empezar a ser contraria al pensamiento crítico. Dice que los franceses prefieren sufrir para disfrutar con intensidad de los breves momento de placer, vivir con intensidad, dice el monje.

La pregunta no es baladí: ¿es útil la felicidad que nos proporciona la vía budista? Para el individuo es evidente y al menos el budismo no es contrario al avance tecnológico per sé, como sí son otras religiones -véase de nuevo el video-, pero, ¿que pasaría si todo el mundo alcanzase la perfección de la felicidad budista? Recordad mi relato 'La canción'.

Yo lo tengo claro, no es útil. Probablemente la angustia a la que nos somete la vida moderna sea lo que haga popular la búsqueda de la felicidad interior. La vía budista está ahí, funciona, estoy convencido, si los necesitáis exploradla, pero yo creo que debemos mantener al menos una parte de nuestro espíritu cabreado, para estar atentos a las injusticias.


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