17.1.16

Año espídico I: Layna (I)


En mi primer domingo en Madrid, pasadas ya las ofertas de mis libros -que poco tiempo da Amazon- ya va siendo hora de que comience a currar en este año espídico. Y qué mejor manera de empezar este año iniciando el primero de los artículos que quiero escribir con uno que explique a la protagonista de este año: Layna Speedy.


Decir que el personaje surgió de la nada, de pronto, de un arrebato de escritura directamente sacado de mi inconsciente sería mentir, porque como se verá Layna tiene un buen montón de precedentes a los que les debe buena parte de lo que es. Por otra parte decir que no fue así también sería mentir porque el primer relato que escribí de Layna, hace tanto como quince años surgió así, de pronto, una tarde después de comer, en una época en la que estaba empezando a retomar -para mi propia sorpresa- mis costumbres de escritura. La verdad es que hasta aquél momento yo daba por sobrepasada completamente mi época de escritor, que consideraba básicamente un aspecto de mi infancia.

Este relato -con Layna destruyendo sin inmutarse un bien raro y preciado- tiene muchos precedentes algunos de los cuales creo que son terreno conocido y bastante común. Para empezar el lugar en el que ocurre son las profundidades de Planeta Capital, que es evidente que es algo así como Trántor, el planeta-ciudad. Imagino que para muchos el concepto de planeta-ciudad estará ahora más asociado a Coruscant, pero el origen real del lugar no es ni el uno ni el otro sino otro planeta similar, el de la Saga de Worthing -del que me parece el libro más interesante de Orson Scott Card-, concretamente de un cuento que me impresionó mucho, Skipping Stones y de dónde ha salido realmente el nombre del lugar.

La propia Layna tiene muchos puntos en común con mi adorada Motoko de la que ya he hablado más de una vez; pero lo más importante que tienen en común es que ambas son cyborgs completos, es decir lo único que mantienen de humanas es el cerebro. Ambas han perdido su cuerpo humano en edad relativamente temprana, pero en el caso de Motoko esto nunca queda claro y se sugiere que fue tal vez una enfermedad; mientras que en el caso de Layna es el resultado de su temeridad. Y ahí reside la verdadera diferencia entre las dos. En Motoko siempre hay fondo triste, tal vez porque ella probablemente debe tener como cincuenta años o más y Layna es más... más intensa en vivir. Layna me hace pensar en historias de superación de gente que ha perdido la movilidad por un accidente, que es la historia que le he dado de trasfondo. Y ella es joven y aún ambiciosa, o al menos así se siente. La otra diferencia es el trabajo, por supuesto.

Creo que en esto sí que hay algo de originalidad. Layna y su equipo no son héroes, ni siquiera son chatarreros -que de chatarreros espaciales y un comportamiento como de indianas hay estanterías llenas-, son barrenderos extremos. Son los que recogen los restos sangrientos de los accidentes y los desastres. Y en el caso de los chicos de Layna el desastre incluye todo su universo, una guerra inacabable que parecen destinados a perder.


10.1.16

Confusiones económicas y sutilezas

Hoy he visto como un viejo amigo escribía en contra de boicots contra productos chinos, o en general combatir algo la globalización indicando que la competencia mejora los procesos de producción y que lleva siendo así desde hace 5000 años. Sus palabras exactas eran:

La globalizacion significa que podemos comprar donde mas nos convenga, por precio y calidad, eso es a la vez bueno y malo. Es bueno porque no gastaremos mas de lo necesario para tener lo que queremos. Es malo porque si no somos los productores de la mejor relacion calidad precio nadie comprara lo que ofrecemos. 
Mucha gente va a ver desaparecer su empleo porque otros en otro sitio han logrado producir lo mismo o mejor a un precio mas bajo. Esto no es nuevo , viene sucediendo hace unos 5000 años y es la especializacion de la produccion en el mundo. Hace tan solo 600 años la mejor seda, o casi la unica , venia de China. Después el proceso de producción se aprendió en Europa y se ahorró el coste de transporte. 600 años después no veo a los chinos llorar por haber perdido tan lucrativo negocio. No queda otro remedio que adaptarse. Es duro, pero la vida es asi. La sociedad occidental no puede prometer a sus ciudadanos proteccionismo contra el mundo global , porque eso es estupido y simplemente no ha funcionado en 5000 años.

Esta opinión es bastante extendida y es equivocada porque se trata de una simplificación. En el fondo en este párrafo se mezclan y confunden temas que son muy diferentes entre sí, algunos de los cuales son deseables como Humanidad y otros no lo son tanto.

Para empezar descartemos el ejemplo de la seda empleada. China efectivamente tenía en un momento determinado de la historia el monopolio de la fabricación de la seda y eso les reportaba pingües beneficios. Con muchas otras cosas ha pasado lo mismo a lo largo de la historia. Disponer de un monopolio, especialmente de una materia tan deseada como la seda, es una ventaja enorme para el productor y proporciona grandes beneficios -puedes cobrar por ello lo que quieras- pero evidentemente no se trata de algo 'bueno' para la Humanidad, ya que se produce la misma cantidad y sólo unos pocos se benefician. En muchos países hay diversas leyes anti-monopolio porque se trata de algo malo para todos. Y como ejemplo claro, cuando los países productores de petróleo se unían para forzar una subida artificial de precios no considerábamos que eso fuese bueno, eso era malvado y deseábamos que acabara. Así que el ejemplo de la seda no es el más adecuado, pues estamos hablando del final de un monopolio, no del tema central de si es bueno o no comprar al fabricante más barato.

Aún así el tema se mantiene aunque en otras formas. Los caballos como medio principal de locomoción se vieron desplazados con los motores de combustión interna e incluso se puede pensar que antes por las locomotoras. Y lo mismo se puede pensar de muchas otros avances tecnológicos que han ido desplazando medios de producción o de provisión de servicios que simplemente quedaron anticuados. Esto, la mejor tecnológica, es claramente un valor en principio positivo para la humanidad. El libre comercio es un acicate para estimular la mejora tecnológica y en general de los procesos de producción -desde el punto de vista ingenieril- y en ese aspecto es positivo. La venta al mejor precio fuerza a 'ponerse las pilas' a los productores y a buscar la mejor solución, la más eficiente. Y todos queremos eso, hasta los ecoanarquistas como yo.

El problema es que la producción no es sólo un tema de tecnología y de proceso, sino que tiene un componente de coste que es social, de mano de obra, y aquí caben 'mejoras' que son detestables y malvadas para la Humanidad. Siendo extremistas y para poner un ejemplo claro, una neta mejora en los costes de producción sería volver a los tiempos de la esclavitud del Imperio Romano. Podríamos usar ejércitos para invadir países y usar a su población como mano de obra sin pagarles nada en absoluto. O podríamos crearnos un sistema legislativo con penas que incluyesen la conversión en esclavos permanentes o temporales -léase 'Ready Player One'. Eso también reduciría el coste salarial y por lo tanto incrementaría la productividad. Finalmente incluso puedo imaginar a gobernantes lo bastante hábiles que poco a poco, por media y por educación usasen nuestro sentimiento de culpa para hacernos únicos responsables de nuestras desdichas y hacernos trabajar a los que tengan trabajo más y más por menos salario y así de la misma manera obtener un resultado parecido.

Así que mucho cuidado con la generalización y con la confianza en el libre mercado. El libre mercado no puede distinguir -porque sólo trata de productos y de precios- entre las mejoras tecnológicas o de proceso y las reducciones de coste por explotación laboral o desigualdad social.

De forma que hay que estar atentos y activos, y algunas veces un boicot a determinados productos o medios de producción no sólo es necesario sino loable.

8.1.16

Se me acaban las vacaciones... y libros gratis

Se me acaban como que ya mis vacaciones, así que para suavizar un poco el golpe... y el vuestro desde el lunes se pondrán gratuitos algunos de mis libros.