12.12.23

Cien libros (I)

 

Este año me había propuesto leer un total de cuarenta libros pero encontré Todo va a mejorar, el libro póstumo de Almudena Grandes, en Audible y la aplicación me ha permitido extender mi objetivo de lectura hasta los cien. Nunca me había planteado escuchar audiolibros por la misma razón que hasta hace muy poco tampoco escuchaba podcasts: me siento más cómodo y tengo la sensación de leer mucho más rápido sobre el texto escrito. La velocidad a la que el podcast o el audiolibro tienen por defecto me parece escasa. El medio oral por lo general me parece cansinamente lento, aunque el audiovisual, los videos que dominan las redes, es aún peor. Me agotan por su extrema parsimonia y el ratio elevadísimo de paja versus fondo. 

En el caso de contenido formativo resulta desesperante.  Cuando me enfrento a un texto técnico o un ensayo puedo leer en diagonal las partes que no aportan nada o que ya conozco, incluso las partes que sé que están equivocadas o caducas, en el caso de un video o de un podcast no me queda otra que tragarme ese sobrante, que, en el caso de los videos, suele además estar acompañado de actuaciones flojas de actor aficionado, sonrisas forzadas y otras pantomimas de lo más básicas. Al menos en los audiolibros puedes poner al narrador a hablar a x1.2 sin perder calidad y los lectores suelen ser actores formados en escuelas de doblaje.

Por otra parte cuando te dedicas a caminar, como yo estoy haciendo todas las mañanas, por eso de acumular kilómetros, gastar calorías y mejorar un poco tu salud, la opción de escuchar obras literarias interesantes mientras caminas resulta más razonable que volver a escuchar de nuevo tus viejas listas de música que tienes más que agotadas o arriesgarte con novedades que están lamentablemente dominadas por el insufrible reguetón. 

Cien libros dan para hablar de muchas cosas y no me gusta publicar entradas muy largas en este blog, así que iré haciendo en los próximos días varias aportaciones para resaltar uno u otro aspecto de mi lista de lecturas de este año (que creo que podréis encontrar en goodreads). 

Empecemos en este primer artículo con los libros a los que he dado mejor puntuación este año.

Cinco estrellas:

Es muy difícil que yo ponga esta calificación en goodreads. Básicamente el texto me tiene que parecer inmejorable, debe además ser original en algún sentido y, finalmente, tiene que haberme llegado a las tripas de forma que, en conjunto, debe tratarse de una obra que vaya a recomendar durante muchos años, que incluso voy a regalar a conocidos. Una obra maestra que me haya, además, alcanzado el corazón.

Este año solo una antología ha alcanzado esta calificación La glándula de Ícaro, de Anna Starobinets. Estos cuentos me ha parecido modernos, inquietantes, relevantes y emotivos. Todo lo que espero encontrar en cuentos de ciencia ficción que se tomen en serio a sí mismos. Jamás hubiese pensado en comprar esta antología dado que la autora es calificada habitualmente como La reina del Terror, incluso por sus editoriales, pero estos relatos no son de terror (cosa que a mí habitualmente me aburre), sino excelente ciencia ficción oscura, situados, además, en nuestra época y tratan temas relevantes en la actualidad. 

Muy recomendable. Ya lo comenté en un artículo anterior de este mismo blog.

A parte de esta antología también califiqué con cinco estrellas un mini ensayo de Ian McEwan, porque lo que decía me pareció increíblemente acertado, aunque luego he podido comprobar leyendo obras suyas que de lo que dice a lo que hace hay muchas distancia y sobre todo un fallo importante en la ejecución.

Cuatro estrellas:

Aunque tengo que reconocer que me cuesta bastante poner cuatro estrellas este año he dado esta calificación a muchas obras. Veamos algunas de las más relevantes:

El lugar de Annie Ernaux: no conocía esta autora hasta este año y me gusta muchísimo. Su prosa desposeída de todo artificio, pero que, sin embargo, tiene la cualidad no solo de atraparme sino de emocionarme profundamente se ha convertido en un ideal a perseguir. De todas las obras y ensayos que le he leído este año sin duda esta novela minúscula, es la que más me ha llegado, hasta el punto de las lágrimas. No puedo recomendarla más. De la misma autora el ensayo La escritura como un cuchillo, también me ha parecido imprescindible para aquellos que quieran escribir algo que no sea mera repetición de fórmulas gastadas.

La hoja roja de Delibes: aunque había leído muchas obras de este autor no había leído algunas de las más famosas ni tampoco esta. Me ha encantado: el artefacto literario de la repetición con variaciones de discursos me ha parecido perfecto para representar el final de la vida de un hombre anciano y retirado y de su criada de baja formación. Muy recomendable. Sin embargo, he abandonado a la mitad la mucho más famosa Cinco horas con Mario, que usa casi el mismo artefacto literario pero que en este caso me parece fuera de lugar, artificioso y que me hace aún más insoportable a esa mujer que no para de hablarme de un mundo que por suerte ya no existe y que debemos intentar que no vuelva a existir votando en contra de los nostálgicos verdes que lo quieren de vuelta.

El despertar del levitán de James Corey: me resulta muy difícil encontrar novelas de ciencia ficción más o menos recientes que me parezcan creíbles e interesantes a la vez. Había visto, evidentemente, la serie que han hecho a partir de estos libros y me había parecido casi toda excelente; pues bien, he decidir que al menos este primer libro (el único que está en español en Audible), me parece incluso mejor que la serie. Muy recomendable.

Las cosas que perdimos en el fuego y Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez: me gusta esta autora, me cae bien. En estas dos antologías he encontrado muchos relatos magníficos, particularmente el primero de Las cosas, me pareció excepcional. Incluso los más clásicos de terror, con casas encantadas y demás clichés, aunque me aburrieron un poco, me parecieron excelentes. Además uno de los cuentos que contienen estas dos antologías es el mejor y más divertido cuento de fantasmas que he leído nunca. Muy recomendables ambas. Sin embargo de las dos novelas que le he leído este años, la primera y más famosa, Nuestra parte de la noche, la abandoné tras el primer quinto tras aburrirme hasta la saciedad, y la segunda y más antigua, Bajar es lo peor, la terminé pero sin que me dijese gran cosa. 

Cara de pan de Sara Mesa: esta autora, a la que le he leído varias novelas este año, ha sido otro descubrimiento inesperado. Esta novela en particular me parece muy recomendable. Una novela mucho más inquietante de lo que suelo encontrarme en el género de terror y al tiempo humana y creíble.

Lo que ruge de Izaskun Gracia Quintana: otra antología con relatos que me han llegado, me han parecido sorprendentes y recomendable y que de nuevo no hubiese comprado porque están calificados como de terror.

Un mundo helado de Naomi Novik: me regalaron las navidades pasadas Un cuento oscuro que no me gustó mucho. Me pareció lo que es: un retelling no muy interesante de la Bella y la Bestia, y más concretamente el protagonista me recuerda demasiado a una de las peores Bestias que he visto, la de las películas de Disney. Sin embargo, esta otra novela, que no deja de ser una reinterpretación (más que un retelling: los retelling suelen aburrirme porque acaban apoyándose demasiado en el efecto nostalgia) del cuento de la hilandera de paja, me ha fascinado por el juego de los diversos narradores, personajes femeninos muy diferentes en circunstancias, historia y trama y que sin embargo están hablando del mismo problema y lidiando con sus correspondientes antagonistas masculinos y brutales. Todas ellas se enfrentan a un hombres embrutecidos y que sin embargo son a su vez muy diferentes en historias y tramas. Un juego fascinante que solo se derrite en un clímax que me parece que no está a la altura.

Termino de momento con Lolita obra de la que había leído muchos fragmentos en diversos talleres y cursos, y de la que, claro, había visto varias películas. La obra es fascinante por el juego de espejos al que nos lleva ese narrador odioso, pero sobre todo mentiroso a más no poder, de cuya historia debemos dudar desde el principio hasta el fin, de la que podemos dudar incluso hasta de la existencia de la propia Lolita.

En los próximos post hablaré de mis favoritos de este año en diversos géneros y tipos de obra.

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