Sobre mí

Para mí este es de los textos más difíciles de escribir. Da igual que lo haya hecho mil veces para currículos, para textos de presentación en antologías o para charlas, siempre me asaltan las dudas y me quedo bloqueado. Y es que este texto pretende describir quién soy y lo que es peor quién pretendo ser, ahora y en el futuro.

Así que, ¿quién soy y quién pretendo ser?

Hay algunas cosas que son hechos notariales: como que nací en San Fernando, Cádiz. Me gusta haber nacido aquí, en la Isla de León, a un tiro de piedra de la ciudad más antigua de Occidente, junto a una playa frente a la que se pueden visitar los restos del Templo de Melqart en el que Aníbal prometió derrotar a los romanos y en el que Julio César lloró por tener la edad de Alejandro sin haber alcanzado aún su gloria. No se puede negar que soy cañaílla, aunque no tenga acento, ni salga en ninguna chirigota ni en ninguna cofradía. 

Tampoco se puede negar que estudié una ingeniería y que a ella me he dedicado la mayor parte de la vida. Sin embargo no me siento ingeniero. Los ingenieros son espíritus prácticos, más interesados en el cómo que en los porqués y a mí eso me parece un poco escaso. Tal vez debería haber sido matemático o físico, me siento más cercano a esas disciplinas, pero le debo a todos estos años de ingeniería un gusto por la 'construcción' y por lo funcional sobre lo estético.

He sido persona de teatro, desde la educación básica hasta el fin de la universidad. He sido actor, escritor de obras teatrales, director, incluso fui presidente de nuestra asociación de dramática universitaria. Pero nunca fuera del ámbito amateur. Me gusta el teatro. Es un arte con una componente de improvisación, de inmediatez y de cercanía con su público que me parece fascinante; pero el mundo del teatro profesional parece demasiado árido.

He sido rolero. Jugador y, sobre todo, director de juego durante décadas. Me encanta improvisar historias frente a un grupo de personas e intentar que tengan una vivencia intensa, emocionante y hasta peligrosa tan sólo usando las palabras. 

Desde mi más tierna infancia he sido diseñador de juegos y aprendiz de escritor. Por separado y conjuntamente. Siempre he tenido la necesidad de volcar historias en cuadernos así como construir mecánicas de juego que contasen algunas de esas historias. Eso más mi formación en programación me llevó en tiempos del bachillerato hasta la Ficción Interactiva, un terreno que nunca he abandonado.

¿Y qué pretendo ser?

Ya no lo sé. Tal vez una persona, pero eso es demasiado difícil, así que tendré que conformarme con ser algún personaje. ¿Cuál? Ni idea aún, lo mejor es que le echéis un vistazo a las obras que podéis encontrar en esta página y decididlo vosotros mismos.

Mi identidad digital la podéis encontrar en: INSTAGRAM, ITCHIO, AMAZON, LEKTU y GOODREADS.

Y ahora lo vergonzante. Estos son los reconocimientos como escritor que he logrado hasta ahora:

  1. Primer premio del jurado del concurso de relatos 2030: Un Horizonte en el Espacio con el relato El farero del Colmillo de Tiamat.
  2. Finalista en el Concurso de Fantasía de la PAE en la categoría de lengua castellana con el relato Juntos en el fuego.
  3. Seleccionado en la antología Ecos de la Tundra con el relato Invierno treinta y ocho.
  4. Incluido en la antología FrankenTwitter con el relato RD y el dragón.
  5. Incluido en la antología El club de los relatores con el relato No sé el nombre de las flores.
  6. Varios relatos publicados en la revista Papenfuss
    • El punto 18
    • Ya, ya’uah, moryua; bu mayáh
    • Eneas, Cristinita y Paquito ante el fin del mundo
    • Responsable
  7. Maestro de ceremonias: incluido en el Supersonic número 20.
  8. Papeles de tránsito: incluido en la segunda antología de Degustación de Calabazas.
  9. La fragilidad del bambú: incluido en la antología Historias Phantásticas, por la editorial El Transbordador.