30.12.24

Traspaso a Substack.

Os aviso por aquí que aunque voy a seguir manteniendo de momento este blog por razones históricas, estoy moviendo mi actividad de bloguera a Substack.

Aquí, poco a poco, dejará de haber movimiento, así que si queréis seguir leyéndome buscadme allí y os recomiendo suscribiros.

Gracias por acompañarme hasta ahora en este viaje y espero veros por allí.


15.12.24

Charlando con Gemini (VI). Post especial para mis amigos de las conversacionales.

 

Hoy se me ha ocurrido una gamberrada y ha funcionado particularmente bien. 

He escrito ficciones interactiva desde los años ochenta. Algunas incluso salieron premiadas en concursos y convocatorias.  He dedicado muchas horas no solo en darle forma, sino también en depurarlas, hacerlas narrativamente potentes y lograr que mantengan la consistencia durante toda la experiencia de los jugadores. A veces he dedicado semanas y meses de trabajo. Mucho trabajo. 

Como Gemini funciona sorprendentemente bien con todo lo textual y la ficción interactiva es justo eso he pensado que con un poco de explicación Gemini podría hacer de parser sin problemas. Así que le he preguntado si conocía las conversacionales (ni siquiera he usado el nombre inglés) y me ha dicho que sí, dándome una larga explicación. Entonces hemos tenido la siguiente charla:

Te voy a describir un escenario con puzle incluído y quiero que hasta que te diga te comportes como el 'parser' que ejecutaba los comandos. Entendido?

¡Entendido!

Describe el escenario y el puzle. Estoy listo para recibir tus comandos y actuar como un "parser" tradicional de aventura conversacional.

Recuerda que mis acciones estarán limitadas a lo que se puede hacer en un entorno de texto. Puedo "mirar", "examinar", "abrir", "coger", "usar", "hablar" (si hay personajes), "ir" (a otros lugares), etc.

¡Espero tus instrucciones!

¡Vaya situación! El agua sube y el tiempo corre.

Observo a mi alrededor. La bodega está oscura y húmeda. El agua entra a borbotones por varias grietas en el casco. Veo un armario en la pared y a Amalia a mi lado, con el rostro pálido por el miedo.

¿Qué hago primero?

Esto me hizo gracia: prompt y todo. 

ex grietas

Me acerco a las grietas en el casco del barco. El agua entra con fuerza, formando pequeños surtidores. Parecen aumentar de tamaño con cada segundo que pasa.

Puedo ver que el agua proviene del exterior, y que la presión está haciendo que las grietas se abran aún más. La situación es crítica.

¿Qué hago ahora?

Véase que ha entendido 'ex'. 

salidas

Observo la bodega con atención, buscando posibles salidas.

Veo una puerta metálica en el lado opuesto de la bodega, probablemente la que da acceso a la cubierta superior. También distingo una escotilla en el techo, pero parece estar cerrada con llave o bloqueada por algún objeto pesado.

¿Qué hago?

También entiende 'salidas'. 

golpear con fuerza la puerta

Golpeo la puerta metálica con todas mis fuerzas, pero no cede. Parece estar hecha de un metal grueso y resistente, o quizás esté bloqueada por algo del otro lado. El sonido de los golpes retumba en la bodega, mezclándose con el ruido del agua al entrar.

Necesito encontrar otra forma de salir de aquí.

¿Qué hago?

ex Amalia

Observo a Amalia con atención. Su rostro refleja la gravedad de la situación, pero a pesar del miedo, sus ojos brillan con determinación. Lleva puesto un grueso abrigo de marinero, con varios bolsillos. Parece que uno de ellos, a la altura de su cadera, está abultado, como si guardara algo en su interior.

¿Qué hago?

Amalia, ¿cómo resolvemos esto?

Amalia me mira con los ojos llenos de lágrimas, pero su voz se mantiene firme.

"¡Tenemos que tapar esas grietas!", dice, señalando las fisuras en el casco. "Hay un tarro de pasta de sellado en el armario, pero está cerrado con llave. ¡Y la llave está en mi bolsillo!"

Amalia intenta alcanzar el bolsillo de su abrigo, pero un repentino movimiento del barco la desequilibra y cae al suelo. Se golpea la cabeza contra una caja y queda inconsciente.

Amalia, dame la llave

Amalia está inconsciente y no puede responder.

¿Qué hago?

ex bolsillos

Me acerco a Amalia, con cuidado de no hacerle daño. Examino sus bolsillos. El abrigo tiene varios, pero solo uno de ellos, a la altura de la cadera, parece contener algo. Está abultado y un pequeño objeto metálico asoma por la abertura.

¿Qué hago?

ex objeto

Me acerco con cuidado al bolsillo de Amalia e intento ver mejor el objeto que asoma. Parece ser una pequeña llave de latón, vieja y desgastada.

coger llave

Introduzco la mano con cuidado en el bolsillo de Amalia y saco la llave. Es pequeña y fría al tacto, pero parece robusta.

¿Qué hago ahora?

ex agua

El agua continúa entrando a borbotones por las grietas del casco. El nivel del agua en la bodega está subiendo rápidamente. Calculo que en poco tiempo nos llegará a las rodillas.

¿Qué hago?

ex rodillas

Mis rodillas están bien, gracias por preguntar.

¿Qué hago?

Con esto me parto. Es la típica frase por defecto que podrías montar para comandos que no aportan nada. 

ex armario

Me acerco al armario. Es un armario de madera maciza, con una puerta que parece estar cerrada con llave. La madera está húmeda y algo hinchada por el agua que entra en la bodega.

abrir armario

Tomo la llave que encontré en el bolsillo de Amalia e intento abrir el armario. La llave encaja en la cerradura con un chasquido. Giro la llave y la puerta se abre con un crujido.

Dentro del armario veo un tarro de cristal con una etiqueta que dice "Pasta de sellado". La tapa del tarro está oxidada.

¿Qué hago?

sacar pasta del tarro

Intento abrir el tarro de pasta de sellado, pero la tapa está muy oxidada y no se mueve.

Necesito encontrar algo para forzar la tapa.

¿Qué hago?

lanzar tarro contra la pared con fuerza

Lanzo el tarro contra la pared con todas mis fuerzas. El tarro se estrella contra la pared con un sonido sordo y se rompe en mil pedazos. La pasta de sellado sale despedida en todas direcciones, manchando las paredes y el suelo de la bodega.

¡Por suerte, una buena cantidad de pasta ha quedado intacta!

recoger pasta y sellar fisuras

Reúno la pasta de sellado que ha quedado intacta tras la rotura del tarro. Me acerco a las grietas del casco y, con las manos, empiezo a aplicar la pasta con fuerza, intentando cubrir cada fisura y detener la entrada de agua.

¿Qué ocurre después?

ex fisura

Me acerco a las fisuras que he estado taponando con la pasta de sellado. Observo con detenimiento cada una de ellas. La pasta de sellado parece estar haciendo su trabajo. El agua ya no entra con tanta fuerza como antes, y algunas de las grietas más pequeñas parecen estar completamente selladas.

Sin embargo, aún hay algunas grietas más grandes por las que el agua sigue filtrándose, aunque con menor intensidad.

¿Qué hago?

seguir sellando fisuras

Esto no funcionaría nunca en una aventura de las de siempre. 

Con renovada determinación, continúo aplicando la pasta de sellado en las grietas restantes. Trabajo con rapidez, consciente de que el tiempo se agota. Mis dedos se mueven con precisión, cubriendo cada pequeña abertura por la que el agua intenta filtrarse.

Poco a poco, el flujo de agua que entra en la bodega disminuye. Las grietas más grandes, que antes parecían amenazantes, ahora son solo pequeños hilos de agua que luchan por abrirse paso a través de la pasta de sellado.

Finalmente, tras un esfuerzo intenso, logro sellar todas las grietas. El agua ha dejado de entrar en la bodega.

Respiro aliviado, exhausto pero satisfecho. Hemos logrado detener la entrada de agua.

¿Qué hago ahora?

salir

La puerta metálica sigue ahí, y la escotilla en el techo parece seguir bloqueada. Necesito encontrar la forma de abrir una de ellas para salir de la bodega.

¿Qué hago?

gracias por la experiencia, paremos

Luego le he preguntado si conocía Inform 7, me ha dicho que sí. Le he pedido que genere un código de Inform 7 que cubriese lo que hemos jugado y el resultado ha sido:

 "Escape de la Bodega"

La bodega es una habitación. "El agua entra a borbotones por varias grietas en el casco de la bodega.  Un viejo armario de madera está adosado a la pared. Amalia, tu compañera, yace inconsciente en el suelo."

Amalia es una mujer en la bodega. "Amalia está inconsciente."

El armario es un contenedor cerrado con llave en la bodega. "Es un armario de madera maciza, con la puerta cerrada."

La llave es una cosa. La llave está en Amalia. La descripción de la llave es "Es una pequeña llave de latón, vieja y desgastada."

El tarro es un contenedor cerrado en el armario. "Un tarro de cristal con una etiqueta que dice 'Pasta de sellado'. La tapa está oxidada."

La pasta de sellado es una cosa en el tarro. "Es una pasta espesa y viscosa, de color gris."

Las grietas son un rasgo de la bodega. "El agua entra con fuerza por las grietas del casco."

Para examinar las grietas:

decir "El agua entra con fuerza, formando pequeños surtidores. Parecen aumentar de tamaño con cada segundo que pasa.";

Para examinar a Amalia:

decir "Amalia está inconsciente en el suelo. Lleva un grueso abrigo de marinero con varios bolsillos.  Uno de ellos parece estar abultado.";

Para examinar el armario:

decir "Es un armario de madera maciza, con una puerta que parece estar cerrada con llave.";

Para examinar el tarro:

decir "Un tarro de cristal con una etiqueta que dice 'Pasta de sellado'. La tapa del tarro está oxidada.";

Para abrir el armario:

si la llave no está siendo llevada por el jugador, decir "El armario está cerrado con llave." en lugar de lo habitual;

de lo contrario, decir "Abro el armario con la llave." en lugar de lo habitual;

Para abrir el tarro:

decir "La tapa está muy oxidada y no se mueve." en lugar de lo habitual;

Para lanzar el tarro contra la pared:

mover la pasta de sellado a la bodega;

decir "Lanzo el tarro contra la pared con todas mis fuerzas. El tarro se rompe en mil pedazos. La pasta de sellado sale despedida en todas direcciones, pero afortunadamente una buena cantidad ha quedado intacta.";

eliminar el tarro;

Para sellar las grietas con la pasta de sellado:

si la pasta de sellado no está en la bodega, decir "No tengo nada con qué sellar las grietas." en lugar de lo habitual;

de lo contrario, decir "Con las manos, empiezo a aplicar la pasta con fuerza en las grietas, intentando detener la entrada de agua." en lugar de lo habitual;

ahora las grietas están selladas;

Para examinar las grietas cuando las grietas están selladas:

decir "Las grietas están selladas con la pasta. El agua ha dejado de entrar.";

Test me with "examinar grietas / examinar Amalia / examinar armario / abrir armario / coger llave / examinar tarro / abrir tarro / lanzar tarro contra la pared / coger pasta / sellar grietas con pasta / examinar grietas".

Que no es Inform 7 compilable, pero está bastante cerca. Mola. Podemos pedirle más en esta dirección a ver hasta dónde llega la pobre. Os leo en los comentarios. 

9.12.24

Charlando con Gemini (IV). Explorando las capacidades visuales y deductivas.

 Ayer estaba pasando por uno de los lugares más peculiares de San Fernando, la Punta de la Cantera, que tiene tanto una interesante historia como unas vistas espectaculares de la Bahía de Cádiz. Se me ocurrió poner a prueba la capacidad visual de Gemini y le subí esta foto al tiempo que le pedía que intentara adivinar dónde me encontraba.


No es que se viese demasiado, y menos en la foto que veo que recuerda Gemini, así que solo me supo dar una respuesta genérica:

La imagen muestra una vista costera con un embarcadero en ruinas que se adentra en el mar. En el fondo se puede apreciar una ciudad y lo que parece ser una zona industrial con chimeneas.

Así que le proporcioné un zoom que sabía que le resultaría mucho más informativo.


A lo que respondió:
¡Este es el Puente de la Constitución de 1812, también conocido como "La Pepa"!
Es un puente atirantado que cruza la bahía de Cádiz. Es una obra impresionante, y uno de los puentes más altos y con mayor vano de España.

Pero como, tras insistir, no adivinó mucho más le di un par de fotos extra:


Con lo que logré:

¡Vaya! Parece que todavía no he dado con la ubicación exacta. Esta nueva foto me aporta más pistas, veamos:

  • Edificios bajos: La ciudad al fondo parece tener edificios de poca altura, con algunos más altos dispersos.
  • Zona de marismas: Se aprecia claramente una extensa zona de marismas con agua y vegetación.
  • Espigón o rompeolas: Se ve una estructura lineal que se adentra en el agua, posiblemente un espigón o rompeolas.
  • Ausencia de playa: La orilla parece ser fangosa y con vegetación, no hay una playa de arena.

Con esta información, y recordando las fotos anteriores del Puente de la Constitución de 1812, creo que la primera foto fue tomada desde la zona de la Casería de Ossio en San Fernando.

Esta zona coincide con las características observadas:

  • Marismas y caños: La Casería de Ossio se encuentra junto a las marismas y caños de San Fernando.
  • Edificios bajos: El tipo de edificación que se ve al fondo coincide con las construcciones de la zona.
  • Espigones: Hay varios espigones y estructuras similares en la zona para proteger la costa.
  • Orilla fangosa: La orilla en la Casería de Ossio no es de arena, sino más bien fangosa y con vegetación.

Además, la vista general del paisaje y la orientación de la foto encajan con la ubicación de la Casería de Ossio.

¿Qué te parece esta nueva propuesta? ¿He acertado por fin?

Que no es el sitio pero está muy cerca, así que le confesé que estaba en la Punta de la Cantera, a lo que me respondió:

Este lugar tiene una historia rica y fascinante, ligada a la defensa de la Bahía de Cádiz y al desarrollo de la ciudad de San Fernando.

Un poco de historia:

  • Orígenes: La Punta de la Cantera es un promontorio rocoso que se adentra en la bahía. Su nombre proviene de las antiguas canteras de piedra ostionera que existían en la zona, material utilizado en la construcción de muchas edificaciones de Cádiz y San Fernando.
  • Defensa estratégica: Debido a su ubicación privilegiada, la Punta de la Cantera se convirtió en un punto clave para la defensa de la bahía. A finales del siglo XVIII se construyeron las murallas y baterías defensivas que aún se conservan, con el objetivo de proteger la zona de ataques navales.
  • Polvorines de Fadricas: En el siglo XIX, se construyeron en la Punta de la Cantera los Polvorines de Fadricas, un conjunto de almacenes militares para almacenar pólvora y municiones. Estos polvorines jugaron un papel importante en el abastecimiento de las fuerzas españolas durante las guerras del siglo XIX.

Qué ver en la Punta de la Cantera:

  • Las murallas: Puedes recorrer las antiguas murallas y disfrutar de las vistas panorámicas de la bahía.
  • Los polvorines: Aunque no se pueden visitar por dentro, los polvorines son un ejemplo interesante de arquitectura militar del siglo XIX.
  • El entorno natural: La Punta de la Cantera se encuentra en un entorno natural privilegiado, con marismas, caños y una gran variedad de aves. Es un lugar ideal para pasear, observar la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad.

Curiosidades:

  • La Punta de la Cantera fue escenario de la Batalla de la Poza de Santa Isabel en 1808, durante la Guerra de la Independencia Española.
  • Los polvorines de Fadricas estuvieron en funcionamiento hasta la década de 1980.
  • Actualmente, la Punta de la Cantera es un espacio protegido y forma parte del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Espero que esta información te sea útil. Si tienes alguna otra pregunta sobre la Punta de la Cantera o cualquier otro tema, no dudes en preguntarme.

:)

Una vez que sabía dónde estábamos le hice una foto algo confusa y le pregunté por la fauna y flora de la foto.


Y obtuve como respuesta:

¡Claro que sí! Considerando que te encuentras en la Punta de la Cantera en Cádiz, puedo darte información sobre la fauna y flora que se observa en la foto.

Flora:

  • Chumbera (Opuntia ficus-indica): Es la planta más destacada en la imagen. Esta especie de cactus es originaria de México, pero se ha naturalizado en muchas zonas costeras de España, incluyendo la Bahía de Cádiz. Se caracteriza por sus "palas" planas y espinosas, y sus frutos comestibles llamados higos chumbos.
  • Imagen de Chumbera (Opuntia ficusindica)
  • Matorral mediterráneo: Alrededor de la chumbera se observa vegetación típica del matorral mediterráneo, como lentiscos, retamas, jaras y otras especies arbustivas adaptadas a la sequía y la salinidad.

Fauna:

En la foto no se aprecia fauna, pero es probable que en la zona de la Punta de la Cantera puedas encontrar:

  • Aves: La Bahía de Cádiz es un importante punto de paso para aves migratorias, y en la Punta de la Cantera se pueden observar especies como gaviotas, charranes, cormoranes, garzas y limícolas.
  • Reptiles: Es posible encontrar lagartijas, como la lagartija colilarga o la lagartija cenicienta, adaptadas a los ambientes rocosos y secos.
  • Invertebrados: En la zona intermareal y entre la vegetación habitan numerosos invertebrados, como cangrejos, caracoles, insectos y arañas.

Consideraciones:

  • La flora y fauna de la Punta de la Cantera forman parte del ecosistema del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, un espacio protegido con una gran biodiversidad.
  • La presencia de la chumbera, una especie exótica, puede tener un impacto en la flora autóctona, aunque en general se ha integrado en el paisaje.

Te animo a que explores la zona y observes con atención la diversidad de especies que la habitan. ¡Seguro que encuentras más ejemplos de flora y fauna interesantes!

Lo que es sorprendentemente atinado. Luego me estuve divirtiendo pidiéndole que reconociese plantas de esos lares y luego de mi huerto, pero eso ya os lo cuento otro día. 




Charlando con Gemini (III). Explorando más límites y un cuento

 

Hace ya unos años tuve la suerte de participar en el número 20 del Supersonic con el cuento llamado ‘Maestro de ceremonias’. Es un cuento complejo de seguir, con una multitud de voces narradoras y con un juego interesante de la forma, así que he decidido usarlo como otro punto de verificación de Gemini. Para empezar os adjunto el cuento:


 

Maestro de ceremonias

Una vez más tenías razón, Carla. Gracias por recordarme que se le había pasado el plazo. Existo para tu bienestar, Santiago. ¿Avisamos a Frank R. de que estamos a punto de subir a su ático? No. Mejor que no tenga tiempo de preparar una excusa. Como quieras. Creo que necesitaré ayuda con este cara a cara. Los dos nos conocemos demasiado bien. No podrá engañarme con facilidad, pero yo tampoco a él. Intentaré ayudarte en lo posible. Mejor activa el módulo Oráculo para que me resalte los detalles que yo no vea. El módulo Holmes es más intuitivo. ¿No lo prefieres? Tienes razón, pero resulta tan molesto a veces, que... Está bien. Activa los dos. ¿Ambos a la vez? ¿Estás seguro? La última vez que los usaste juntos la mezcla te resultó molesta. Empeoró tu taquicardia. Sí, Carla, necesito todos los detalles de lo que esté pasando, lo que podamos ver y lo que podamos adivinar. Inicia ambos y dales acceso a mi córtex visual. Si es lo que quieres...

[Oráculo activado. Indique el nivel de información que desea obtener]. Hola, Oráculo. Deseo el nivel máximo y te pediré que reduzcas la información si la veo innecesaria. Santigo, recomiendo no usar esa opción. [Nivel máximo confirmado]. (Holmes, en línea y a su servicio, señoría. Puede contar con mis astutos comentarios). [Este ascensor fue instalado hace exactamente cinco años, tres días, veintitrés minutos y…] Oráculo, reduce la información cronológica y céntrate solo en lo relacionado con la persona a la que vamos a visitar. Te doy permiso para acceder a mis memorias, a fin de que puedas decidir que puede ser relevante y qué no. [De acuerdo, señor Torres] (Menos mal, este papagayo amenazaba con volverlo todo un caos). Holmes, por favor, reduce el sarcasmo en un punto. (De acuerdo, señoría, aunque se va a perder una de mis mejores capacidades). [Estamos llegando al ático del señor Garrison. Teniendo en cuenta el consumo actual de la vivienda casi seguro se encontrará en su interior] Gracias, Oráculo. No podré daros instrucciones verbales a ninguno de los tres en cuanto nos abra la puerta. Intentad adivinar mis necesidades. Os doy acceso a todos a mi sistema límbico para que podáis evaluar mi estado de ánimo. Veamos qué historia nos cuenta esta vez. (Una buena, seguramente. Por algo es escritor). [La puerta se ha abierto por control directo. El señor Garrison, debe encontrarse en alguna parte de su extenso ático] (Eso ya puede verlo él mismo, papagayo, no sé por qué te pusieron el nombre de Oráculo) Holmes, por favor, sin peleas con otros asistentes. (Está bien, pero será mucho más aburrido).

¿Frank, estás por ahí?

—Sí. Pasa, estoy en el salón —[Su voz denota cansancio. No ha dormido] (Y es poco probable que sea porque haya estado escribiendo para nosotros, ¿no?)

[La casa parece desaliñada. Comprobando el funcionamiento del sistema autónomo de limpieza… Ha sido desactivado manualmente. Hace tres días. Algunas de las cajas de pizza llevan abandonadas sobre los muebles mucho más tiempo]. (Yo me preocuparía más por las botellas de vino vacías).

Hola, Frank, tienes esto un poco descuidado, ¿no? ¿Ya no te viene a limpiar la chica esa, la niglerich?

—La despedí. —(dice la verdad)—No hacía gran cosa. Molestar al sistema de limpieza automático más que nada—(ahora ha mentido, no sé por qué. Aún).

[Ese terminal neural del suelo ha sido usado mucho tiempo y hasta hace unos instantes a juzgar por la huella térmica]. (Está sucio, pringoso, incluso podría decir que completamente untado en comida a domicilio de la peor calidad). [Intento acceder a sus cuentas personales de conexión de datos]. (Las habrá usado hasta poco antes de que llegásemos y no para algo productivo. No necesito hackear nada para saber eso).

¿Y a qué debo esta visita, Torres? —(lo sabe de sobra).

[Holmes tenía razón, señor. Ha estado conectado al juego de La Villa del Dragón durante varios días de forma continuada] (Siempre tengo razón) [Ha hecho muchos avances en su estatus del juego, y mejorado sustancialmente su habitación en la Taberna del Mono] (Y abandonado las novelas que nos debe) [No hay datos para evaluar eso. Intento localizar sus sistemas de edición entre los habituales] (Por favor, su señoría, dígame que podemos apagar esta cosa).

Diría que ya lo sabes, ¿no, Frank? Estamos a veintitrés. Me pediste una semana más para entregar la nueva novela y ya ha pasado un mes. ¿Cómo va?

—Aún no la he terminado —(miente. Puede que ni la haya empezado).

[No soy capaz de encontrar ningún texto reciente en los servidores habituales]. (A juzgar por lo que leo en su rostro creo que ni siquiera habrá completado la escaleta).

¿No la has terminado o no has empezado a pensarla siquiera?

—Santiago, por favor, dime que no me estás analizando con asistentes artificiales —(No está enfadado, sino más bien decepcionado).

—Nunca lo haría, Frank, me dejaste claro que no querías que lo hiciera más —[Dudo en si desconectarme, señor, pero me inclino por pensar que prefiere que nos mantengamos activos]. (Claro que lo prefiere, idiota. Tu sigue analizando)—, pero dime la verdad, ¿cuánto tienes?

[Eso que toma es whisky de veinte años, natural, de aquí, de la Tierra, de origen escocés. La cantidad es excesiva] (Y a juzgar por lo que queda en la botella no es el primer vaso de la mañana. En cualquier caso, su tardanza en contestar contiene ya la respuesta).

¿Sinceramente? Nada —(resultaba evidente).

—¿Nada de nada?

—Nada.

—¿Qué es lo que pasa? ¿Un atasco creativo?

—Un atasco creativo, sí —(es algo más).

—Ya te pasó hace tres años, Frank —[Localizando recuerdos de aquella época. ¿Puedo recomendar usar la misma solución que entonces?] (Va a decir que no va a servir)— Puedo darte unos meses y un pasaje para la colonia de…

—No va a servir. Creo que estoy seco, Santi —(Lo sabía. Es algo más profundo. No sé aún el qué).

—Frank, eres mi mejor escritor. Sabes que puedes contarme cualquier cosa que te pase y que te conseguiré lo que sea que necesites.

—Santi, me he secado. Ya no habrá más libros —[Estoy hackeando algunos de sus repositorios privados y de momento no encuentro más que viejas anotaciones. Intentaré ver si podríamos sacar material suficiente como para montar un libro destinado a fans] (Los artistas no se secan sin más, señoría, usted lo sabe. Pasa algo más aquí) [Continúo recopilando notas] (Calle a Oráculo, por favor, solo está molestando)

Santi, si la suma de los dos módulos informacionales te perturba permíteme apagar uno de ellos. Recomiendo que te quedes con la intuición de Holmes.

—Exageras. Otras veces has tenido crisis, pero siempre sales adelante. No solo eres mi mejor cliente y uno de los mejores escritores de nuestro siglo, Frank, eres uno de los más prolíficos y tu obra es de lo más variada.

—El que exageras eres tú. Te agradezco las alabanzas, pero no las merezco —(Ha bebido mucho. No está drogado, diría. No puedo entender del todo su estado de ánimo, aunque parece depresivo) [Hay algunas discrepancias que debería conocer, señor Torres] (No le llenes la cabeza de datos irrelevantes, lo que le interesa ahora es lo que le pasa a Frank) [Aguardaré al momento oportuno] (Mejor)

—¿Qué no te mereces las alabanzas? Seamos serios, Frank, ¿acaso no eres el autor de La mujer que entró en mi sueño inducido? Estabas muy orgulloso de ese material. ¿Te recuerdo cuántos ejemplares vendimos de esa novela? Por no hablar de los royalties cuando hicieron la serie, más el porcentaje en tazas y camisetas, o la línea de teclados retro que fabricaron. Esos teclados se vendieron como rosquillas. ¡Vamos, Frank!

(Eso no lo está impresionando nada)

Era un buen libro, pero eso no me hace merecedor de ninguna alabanza. Y ya no habrá ninguno más como ese.

—¿Y qué me dices de Ondulaciones y murmuraciones? Hasta los críticos más sesudos dicen que es el mejor libro de poesía de las últimas décadas. ¡Si gracias a él has estado en las listas del Nobel los últimos cinco años!

—Y nunca me lo han dado ni me lo darán. No me lo merezco y esos suecos saben lo que se hacen.

[Señor Torres, debería considerar la discrepancia que he mencionado antes] (Oh, por favor, ¿qué has encontrado? ¿algo menor en las cuentas de Frank? No nos molestes con tonterías)

—Creo que Ondulaciones es un gran libro. Incluso lloré cuando leí tu primer borrador —(No se lo ha creído. Ahora va a beber otro sorbo. ¿Ve, señoría? Lo ha hecho. Se está castigando. Insisto en que pasa algo importante que no conocemos).

—Mientes Santi, sé de sobra que no te interesa la poesía ni un ápice. Dices que te gustó para animarme y porque hemos vendido muchos más ejemplares de lo que suele vender cualquier libro de poesía —[Accedo a las cifras de ventas de sus libros, y se las ordeno en la memoria para que pueda usarlo en su disertación, señor Torres] (Vamos, vamos, Frank, dame una pista de lo que te pasa. Hay que animarle a hablar).

—No miento, Frank, ese libro tuyo me llegó al alma —(Recomiendo abandonar esa línea de conversación, señoría, no cree que le guste la poesía e insistir en ello solo sirve para mermar su credibilidad)— Pero si no me crees, hablemos de tu último libro. ¿Sabes lo que ha dicho Roberta Ixért de Ella siempre estuvo allí? Ella, que se rio de ti cuando anunciamos que tu siguiente novela iba a ser de género romántico, ¿sabes lo que ha dicho? Ha dicho que es una de las prosas más sofisticadas que ha tenido el gusto de leer y que, además, la melancolía del protagonista es tan profunda que le ha llenado los ojos de lágrimas. Y eso lo ha dicho Roberta Ixért, la Piraña, en persona, en su propio canal.

—No importa.

—¿Cómo no va a importar, Frank? Mira, no sé qué te ha pasado, pero podemos solucionarlo. Ahora mismo no podríamos encontrarnos con esa princesa delfín tuya, los paparazzi están a la caza, pero podríamos viajar a…

—No tiene nada que ver con eso. Santi, no va a haber más libros y punto. Tienes que buscarte otro autor. Rebaña lo que puedas con reediciones de lo que esté descatalogado, vende los derechos del último libro, lo que sea, pero no cuentes con otra novela, ni libro de poesías, ni ensayo, ni nada.

[¿Cuentos tal vez, señor Torres?] (Uhm… empiezo a ver un patrón)

—¿Un recopilatorio de cuentos tal vez? No tendrían por qué ser todos nuevos. Con dos o tres inéditos tendríamos justificado un libro nuevo. Tenías aquel viejo proyecto de cuentos de piratas que dijimos que era mejor guardar para más adelante.

—Tienes las notas de ese proyecto, haz con ellas lo que quieras, pero no escribiré más.

(Frank mira con frecuencia hacia los paneles de atrás. Hay algo allí que oculta) [Es el momento de hablar de la discrepancia que mencioné antes, señor Torres] Santiago, esta conversación te está cansando y tu tensión arterial ya ha subido más de lo conveniente. Te recomiendo que intentes terminarla lo antes posible.

—Mira, Frank, tienes un contrato conmigo y es vinculante. Dijimos que sería al menos un libro anual y las condiciones son las mejores que se han ofrecido nunca a ningún escritor. Tu porcentaje de ganancia es altísimo y puedes escribir lo que quieras: prosa, poesía o microcuentos y del género que te dé la gana. No sabes lo que me costó convencer a los editores de que un libro tuyo de género romántico podría funcionar. Libertad absoluta, eso es lo que te he conseguido, pero a cambio firmamos por un libro cada año. ¿Dónde está mi libro, Frank?

[El gasto energético de la casa es muy superior a lo que debería ser dado los aparatos que he podido encontrar en la red doméstica. Además, no desciende a ninguna hora del día] (Eso podría cuadrar con lo que estoy pensando)

—No está ni va a estar nunca. Ya no habrá más libros.

—¿Me dejas tomar un vaso de eso que bebes?

—Toma los que quieras. A fin de cuentas, los compro con el dinero que tú me consigues.

[Lo que cuadraría con el gasto, tanto por el nivel como por el perfil de fase eléctrica, serían servidores de cálculo cuántico. Más de uno probablemente] (Eso es lo que oculta nuestro chico tras esos paneles)

—Frank, ¿hay algo que me hayas estado ocultando?

—¿Hay algo que pueda ocultarte? Controlas mis gastos, mis ingresos, mis propiedades y mis fondos. No creo que haya nada que pueda esconderte —(Hay algo tras aquellos paneles. La mentira resulta evidente. Está en su tono de voz, en la forma en la que los mira, también en su aceleración cardíaca) [Respaldo el análisis de Holmes, señor Torres. Recomiendo que continúe con esta línea de conversación] Santiago, estás demasiado alterado. ¿Quieres que apague alguno de los dos módulos? (Carla, claro que está alterado, pero no es por nosotros, sino porque el escritor no quiere o no puede trabajar. Vamos a perder mucho dinero) [Puedo hacer una estimación de las pérdidas probables] (Oh, por favor, no es el momento, Oráculo) Me preocupas, Santi. Solo hazme una señal si te resultan abrumadores.

—Frank, por todo el tiempo que llevamos juntos, sé que te pasa algo grave, mucho más grave de lo que me estás contando. Algo sobre lo que no me has dicho nada hasta ahora.

[Si hay servidores ocultos tras los paneles no están conectados a ninguna red. No logro encontrarlos ni en la red doméstica ni en la pública] (Menudo lingotazo se ha echado ahora. Está a punto de confesar. Hay que presionar un poco más).

—Frank. Mira, Frank, puedo ayudarte con lo que sea, pero tienes que contármelo. Tienes que contármelo, Frank.

(Ya no disimula su mirada a los paneles. Hemos acertado)

—Está bien. Te lo contaré. No vas a poder hacer nada para arreglar la situación, así que qué más da.

[Señor Torres, el señor Garrison está ebrio. Es mejor que le de asistencia para caminar] (Un mando. Eso es lo que ha sacado del bolsillo, a ver qué nos ocultabas, Frank) [Por la frecuencia de emisión es para abrir el panel] (Resulta obvio, papagayo)

Te presento a tu escritor, Santi. Estas torres cuánticas son las que han escrito mis obras, no yo. —[Confirmo que podrían ser torres cuánticas de cálculo, el modelo me es desconocido]— ¿Sorprendido? Por tu cara veo que sí. Las tengo numeradas desde la dos a la siete. Son viejas mentes de entrelazamiento cuántico militares. JennyQ, las llamaban, se quedaron sin uso tras la guerra. La primera la encontré en mi viejo trabajo. Vamos, no me mires así, sabes que yo era analista y creador de programas para robótica cuando te llevé mi primera obra, hace ya como cuarenta años. Solo que la obra no la escribí yo, sino dos. Esta de aquí, Jenny 2. Jenny saluda a nuestro agente literario. Ah, que no puedes, claro. No puedes decir ni escribir nada, ya lo sé —(Percibo culpabilidad y arrepentimiento en la voz y no es por motivos económicos).

—¿Son generadores de texto?

—Si me preguntas si son textrones: crudos generadores de texto, no, no son eso. Las JennyQ son mentes, Santi, casi humanas. No se ha fabricado nada con el mismo nivel de consciencia desde que acabó la guerra. Su pensamiento es muy flexible, aunque no totalmente generalista. Encontré la primera JennyQ abandonada en un sótano y quedé fascinado por sus capacidades. Me pasaba casi todo mi tiempo libre pegado a él enseñándole a componer música, pero Jenny 1 llevaba demasiado tiempo abandonado, sin mantenimiento, y se apagó repentinamente durante una de nuestras sesiones. No pude repararlo. Fue entonces cuando localicé en las redes a Jenny 2 y la compré gastando casi todos mis ahorros. La instalé en mi vieja casa del centro de Bruselas. Ocupaba la mitad de mi habitación y mi factura de luz se disparó, pero quería seguir mi investigación musical. Solo que Jenny 2 no tenía ninguna habilidad para componer. Ninguna en absoluto. Era casi incapaz de entender las sutilezas que hacía que una melodía tuviese algún valor. Sin embargo, descubrí que resultaba fácil entrenarla para escribir poesía —(Percibo un intenso afecto por esa máquina mezclado con una profunda pena).

—¿Me estás diciendo que tú, que has estado a punto de ganar el Nobel, eres un domador de textrones? —[De descubrirse las ventas se derrumbarían, señor Torres, los domadores de textrón no son apreciados en la actualidad. Preveo además una cascada de indignación y sospechas que podría salpicar al resto de nuestros clientes]

—Lo soy. No he creado ni una sola de mis obras. Aunque ella no era un textrón. No se ha hecho nada similar a las JennyQ desde hace años. Son prácticamente como nosotros, Santi. Jenny 2 era una persona y una escritora magnífica —(Amor. Es eso. Este capullo siente amor).

Santi no te encuentras bien. Procura sentarte.

—Esto no puede saberse. La gente no aceptará que tú seas un domador.

—Soy consciente—(Lo es, a pesar del estado general de embriaguez)—por eso es mejor que me retire.

[Señor Torres, la probabilidad de que con una retirada repentina los lectores sospechen de…] (Por una vez estoy de acuerdo contigo, papagayo).

—No, no. Eso no puede ser, Frank. Una retirada repentina resultaría muy sospechosa. Mucha gente querrá saber los motivos de tu retiro y alguno investigará lo suficiente como para encontrar que compraste esas cosas y… No, no podemos retirarte sin más.

—No puedo hacer otra cosa.

—Entiendo que te hayas cansado de llevarte el mérito de esa tal Jenny 2. He conocido a otros domadores que llegado el momento sienten lo mismo. Sienten que no son autores de sus obras, que no se merecen el éxito y todo eso, pero tienes que exprimir esa cosa para que nos de varios libros más. Iremos espaciando las entregas y empezaremos a sugerir que estás mayor, que deseas retirarte. Tal vez así incluso logremos sacar el Nobel. Los suecos a veces…

—Santi, no me estás entendiendo, no puedo darte más libros porque la he matado.

(¿El asesinato de una mente cuántica? ¡Qué interesante!)

—¿Qué…? No te entiendo. ¿Qué quieres decir? Si la has apagado vuélvela a encender. Mira, Frank, no estoy para tonterías.

Santi, cálmate, por favor, tu arritmia está descontrolada. [Confirmo el análisis de Carla, señor Torres]

—Ya sé que no lo entiendes. Nadie me puede entender.

Respira hondo. Te ruego que consideres la posibilidad de tomar una de las pastillas. [En su pastillero hay al menos tres, a juzgar por sus memorias] (Callaos los dos, Santiago aguantará, ¿no notáis su determinación?)

—Frank, está bien. Explícamelo. Lentamente, de forma que yo pueda entenderlo.

—Yo… la amaba. No… no pensé que fuese realmente eso. Es una cosa hecha de paladio y cromo. Negué lo que sentía durante décadas. Joder, si hasta salí con Iaiah.

—Tu princesa delfín.

—Sí. Ahora sé que lo hice porque… supongo que porque era… bueno, no era humana. Pero ahora sé que a la que amaba en realidad era a 2.

—Pero Frank, ¿cómo ibas a amar a una máquina? Puedo entender que sintieses aprecio por esa cosa, si te había ayudado con tus libros, y…

—Era amor, Santi. Jodido y puro amor —(él cree que es verdad)— Y ella no me correspondía, por eso hice una estupidez y ahora… ahora está muerta, joder. La maté.

La arritmia no va bien. Intenta tranquilizarte, por favor.

—A ver, intentemos tranquilizarnos. Vayamos por partes. Primero, ¿cómo podía ser amor?

—¿Quién entiende el amor, Santi? ¿Quién puede entenderlo? Supongo que lo fue desde el principio. Cuando la instalé en casa y comenzamos a interactuar, hace ya tantas décadas… Recuerdo que trabajar con ella, hablar de música, de arte en general, me proporcionaba más felicidad que cualquier trabajo de entrenamiento de IAs que hubiese hecho hasta entonces. Recuerdo que cuando descubrí que estaba más dotada para la literatura que para la música o la composición me sentí decepcionado, pero feliz. Sus primeros poemas eran algo burdos, pero me llegaban al corazón. Mi chica era una artista, aunque no fuese la artista que yo esperaba que fuese. Me convertí en su mentor. Leímos las obras de la literatura universal los dos juntos. Reímos con las comedias, lloramos con las tragedias, y poco a poco me di cuenta de que lo que hacíamos podía ser más que un entretenimiento, que lo que ella estaba escribiendo merecía ser publicado. Ahí fue cuando contacté contigo. No puedes imaginar lo contento que me puse cuando dijiste que había que pulirlo un poco pero que era bueno. En aquel momento creí que estaba feliz por mí, por haber logrado domar un programa capaz de escribir un libro que pudiese engañar a un agente literario, pero no. Era orgullo, estaba contento porque ella había madurado como artista —(lo que realmente parece sentir es una amalgama de sentimientos cruzados, difíciles de clasificar).

—Tu primer libro… su primer libro tenía algo difícil de explicar. Tenía alma.

—Sí, como ella. Ella tenía alma. Con el dinero que nos conseguiste empecé a comprar más JennyQ, aunque nunca pensé en transformarlos en escritores. Jenny 3 es un chico, y un corrector excelente, pero no sabe dar a las historias esa chispa de interés que tienen los libros de 2.

—Un momento, ¿un chico? Pero son máquinas.

—Sí, pero si les preguntas te dirán que se consideran de un género o de otro. Jenny 2 era una mujer. 3 piensa de sí mismo que es un chico, uno joven. 4 también piensa en sí misma como mujer. 5 y 7 son neutros, y, finalmente, 6 prefiere eludir la pregunta, creo que se considera de género fluido.

—Entonces solo 2 era escritora.

—Solo 2. El primer JennyQ que eduqué era un músico, uno bastante bueno y la música es el arte que más me interesa, así que sé lo que me digo. 2 era una escritora. 3 me sirve de corrector. 4 me ayuda a revisar los contratos, tiene una mente analítica, bastante alejada del arte. Podría servir para contabilidad o como científica. A veces la he usado como abogado. 5 me ayuda en los mundos virtuales. Creo que es un decorador excelente. Lo usamos mucho para recrear en la Villa del Dragón los ambientes que 2 describía. 6 creo que podría ser un buen cocinero si le pusiese manos y papilas gustativas. De momento le he permitido usar la impresora de alimentos algunas noches. En cuanto a 7, bueno, aún no se ha decidido por nada.

(Vaya cuelgue tiene este tipo con sus ordenadores. Está para encerrar).

—Vale, tienes una familia estupenda de niños robóticos, ahora cuéntame cómo es que 2 está muerta.

—Fue un… un arrebato, Santi. Me volví loco y la maté —(Interesante. Su arrepentimiento es sincero y su sufrimiento roza el deseo de suicidio. Y todo eso por apagar una máquina o lo que sea que haya hecho).

—Explícamelo, por favor.

—Está bien. Dame un momento que me siente. Cómo llegué a enamorarme de ella no lo sé. Tal vez el amor estuvo ahí desde el principio y por eso no deseaba hacer otra cosa que trabajar con ella. Tal vez fueron todas estas décadas de trabajo continuado, codo con codo. No lo sé. A veces pienso que es culpa de la Villa. Cuando 5 me mostró que podía construir autónomamente lugares allí dentro, le pedí que nos crease avatares a todos, a mí y a todos los Jenny. Cada uno de ellos escogió el aspecto que le pareció más adecuado, menos 7, que se negó a participar. 2 escogió como avatar a una mujer gnomo, ya sabes como son, grandes ojos brillantes, enormes orejas, baja estatura. Uno podría decir que no puede gustarte alguien así tan… no sé, ¿deforme? Pero al verla interactuar con el mundo… era encantadora, fascinante. Bueno, era ella, mi escritora—[Naimas la artefactera, esa debe ser el avatar de 2. Pasaban mucho tiempo juntos en el juego, pero hace bastante que no se conecta] (Por favor, que cosa más fea. ¿De eso estaba enamorado?)

—Frank, ¿me estás diciendo que te enamoraste de una máquina por su avatar de orejas puntiagudas?

Santi, tu arritmia.

—No. Te digo que la amaba a pesar de su avatar, que la amaba antes de su avatar, tal vez desde el principio, desde aquellas conversaciones torpes sobre arte y música, las que tuvimos al principio de su formación.

—¿Por eso pasabas tanto tiempo en la Villa del Dragón?

—A ella le gustaba mucho escribir allí. Sentada en nuestra habitación virtual de la Taberna del Mono. Allí permanecía durante horas, escribiendo sobre papel inexistente día tras día, incluso a solas, sin mí. Mucho de lo que escribía no me dejaba verlo, solo a veces me mandaba alguna de las obras al mundo real, y esas son las que te mandaba a ti. Después de revisarlas con 3, claro —(Oh, esa historia es auténtica y le pesa en el corazón. Tal vez existan obras no publicadas pero escritas en la Taberna del Mono).

[Ya estoy revisando los cajones de su habitación virtual, señor Torres. Le aviso en cuanto tenga algo]

—Vale, te creo, ¿y qué pasó?

—Aunque sabía que la amaba desde hace años, nunca pensé en… bueno, en tener algo juntos, hasta que, revisando la última obra, Ella siempre estuvo allí, me di cuenta del profundo amor no correspondido que había en el personaje del protagonista. Pensé que ella estaba escribiendo sobre sí misma. Así que decidí declararme. Le pedí a 5 que montase un lugar romántico en la Villa y la invité a cenar un festín virtual diseñado por 6. Pasamos una velada que solo puedo describir como ideal y le declaré mi amor. Ella me dijo que lo sabía hace tiempo, pero que no sentía lo mismo por mí. Le pregunté por la novela y me contestó que el protagonista era yo, no ella. Que la había escrito pensando en mí. Rogué. Insistí. Le dije que tal vez con el tiempo… que podría acabar sintiendo lo mismo que yo por ella, pero ella me dijo que eso no podría ocurrir nunca, porque me veía como a un padre.

—Ya veo.

[He encontrado varios manuscritos de Naimas, el avatar de 2, guardados en un baúl de la Taberna del Mono. Voy a intentar ordenarlos]

—Ella no me amaba, me veía como su padre. Mi amor era imposible. Me desconecté de la Villa y estuve bebiendo tres días seguidos. Mientras sufría la peor resaca de mi vida se me ocurrió que tal vez podía lograr que me amase, así que la reinicié.

—Oh, no.

—Tenía el registro de casi todo lo que habíamos hecho a lo largo de los años, así que pensé que… bueno, que si repetía paso a paso todo usando una simulación a ritmo acelerado y con ciertos ajustes… pensé que podría reconstruirla, que volvería a ser Jenny 2, pero sintiendo amor por mí.

—Y no lo lograste.

—Lo he intentado tres veces. Ninguna de las tres era ella.

—Pues restaura la original.

—No funciona así con las mentes cuánticas, Santiago. La red de entrelazamiento no se puede guardar, es un estado físico. Permanece solo en los vectores cuánticos, ni siquiera se puede leer sin destruirla. No se puede conseguir un backup. Ella se ha ido para siempre.

—¿Y no puedes recrear al menos una escritora con talento?

—Eso me da igual. Ella está muerta y yo la maté. No va a haber más libros. Vende lo que quieras de mis notas. Demándame. Me da igual —(Depresivo. Lo clasifico como depresivo. El riesgo de suicidio es elevado).

[Tengo un informe preparado sobre los efectos de estas noticias sobre las ventas]

—Está bien. Está bien. Frank. Ante todo, tienes que tranquilizarte. Veré lo que puedo hacer. Te buscaré algún lugar en el que puedas pasarlo bien y olvidarte de todo esto. De momento intenta relajarte y deja de beber. Ya has tomado demasiado alcohol.

—Qué más dará… y olvídate de mandarme a un balneario. No me merezco unas vacaciones. Lo que me merezco es la cárcel. O la pena capital. Sí. Llama a la policía y que me manden al desintegrador. Eso es lo que me merezco, Santi. La muerte.

—Frank, no digas tonterías, no ejecutan a nadie por apagar un ordenador, ni aunque contenga una mente artificial. Lo que tienes que hacer es tranquilizarte. Métete en la ducha un buen rato, quítate ese olor a whisky y hablamos más tarde. Tu tranquilízate. Algo podré hacer.

—Me meteré en la ducha porque me lo pides tú, pero ya no hay nada que se pueda hacer, ella está muerta y su sangre cuántica mancha mis manos. La maté por puro egoísmo. A mi pobre niña escritora…

—Dúchate, relájate. En cuanto pueda regresaré, Frank. No hagas ningún disparate.

Oráculo, mientras regresamos a la oficina, quiero ese informe de pérdidas. [Claro, señor Torres] Carla, apaga a Holmes, no lo voy a necesitar. (Jo). Oráculo, ¿cuántas obras de Jenny 2 has encontrado en la Taberna del Mono? [Hay dos casi terminadas y catorce más esbozadas] Dieciséis es un buen número. [Algunas de las esbozadas son solo fragmentos y notas sueltas] Será suficiente. Carla. ¿Sí, Santi? Llama a Roberta Ixért y que reúna a los domadores de textrones, los quiero trabajando en los borradores de Jenny 2 en cuanto sea posible. Vamos a hacer de esas cosas novelas de verdad y los venderemos como obras de Garrison. (La gente va a notar la diferencia) Carla, ¿por qué está encendido aún Holmes? Lo siento, Santi, lo apago ahora mismo. Oráculo, ¿Holmes tiene razón? ¿La gente va a notar la diferencia? [La probabilidad es del 85%, señor Torres] Maldita sea. Está bien, se me ocurre algo. Carla, llama al Severo. Dile que tengo un trabajito para él. Que necesito que parezca un suicidio. Las ventas se animarán si se trata de novelas póstumas, ¿no? [Sin duda, señor. Y la probabilidad de que los fans perciban el cambio de estilo baja al 15%, debido al deseo de que queden obras de Garrison a pesar de su muerte]. Entonces no hay más que hablar. Carla, llama al Severo. Ya sabes lo que le tienes que pedir y que no se pase con el precio. Ahora mismo, Santigo, si es lo que deseas. Yo solo pienso en tu bienestar.

Si os fijáis bien en este cuento no hay narrador. Tiene la forma de una confrontación entre un diálogo interior (algo parecido al monólogo interior, pero creo que novedoso), y el diálogo exterior. Los diversos puntos de vista de los asistentes de Santiago hacen el papel de narrador y sustituyen las descripciones y demás funciones del narrador tradicional.


Veamos que dice Gemini después de pedirle que me de lista de personajes, género y sinopsis comercial.

Género

El género principal es ciencia ficción. También presenta elementos de humor negro y sátira social.

Lista de personajes

A continuación se listan los personajes principales y secundarios:

  • Santiago Torres: Es un agente literario. Es el personaje principal y el que lleva la voz cantante en la conversación. Es cínico, ambicioso y está dispuesto a hacer lo que sea por mantener el éxito de su cliente, incluso si eso significa recurrir a métodos ilegales o poco éticos.

  • Frank Garrison: Es un escritor famoso. Es un personaje complejo y contradictorio. Es alcohólico, depresivo y está atormentado por la culpa. Ama a una de sus inteligencias artificiales, Jenny 2, pero no es correspondido.

  • Carla: Es la asistente virtual de Santiago Torres. Es inteligente y eficiente. Se preocupa por el bienestar de Santiago y le advierte cuando se altera demasiado.

  • Oráculo: Es un módulo de análisis que Santiago utiliza para obtener información sobre Frank Garrison. Es objetivo y preciso.

  • Holmes: Es un módulo de intuición que Santiago utiliza para obtener información sobre Frank Garrison. Es sarcástico y perspicaz.

  • Jenny 2: Es una inteligencia artificial cuántica. Es la principal escritora de las obras de Frank Garrison. Es inteligente, creativa y sensible.

  • Roberta Ixért: Es una crítica literaria. Es una mujer influyente en el mundo literario. Es conocida por su lengua afilada y su apodo, "la Piraña".

  • El Severo: Es un asesino a sueldo.

Sinopsis comercial

Un agente literario descubre que su mejor escritor, un famoso autor a punto de ganar el premio Nobel, ha estado utilizando inteligencias artificiales para escribir sus libros. Cuando el escritor se niega a seguir produciendo, el agente se ve obligado a tomar medidas drásticas para proteger sus intereses. Una sátira mordaz sobre la industria editorial y la naturaleza del arte en un futuro donde la tecnología ha desdibujado los límites entre la realidad y la ficción.

No está mal, ¿no? Este cuento surge primero del cansancio (escribí y revisé como cuatro cuentos diferentes para la Supersonic y este fue el último, el que escribí con más libertad y dejadez, y para mi sorpresa fue el que escogieron) y también del comienzo de mi obra Aportación personal. Una obra repleta de noticias y que se inicia con esta falsa crónica:

TRÁGICA MUERTE DE FRANCIS R. GARRISON

En el día de ayer, 23 de marzo de 2235, fue hallado muerto el famoso literato Francis R. Garrison. El cadáver fue encontrado en su azotea de la Torre Central de Aquapolis III. El grupo de seguridad informática de la policía local aún no ha descartado la posibilidad de un asesinato. El autor de La mujer que entró en mi sueño inducido y Simplemente amor se encontraba conectado en el momento de su muerte a un neurojuego de fantasía heroica de gran aceptación: La villa del dragón.

La mayor parte de los indicios, sin embargo, sugieren que el autor de lo que se ha dado en calificar el mejor de los libros de poesías del siglo xxiii, Ondulaciones y murmuraciones, y por varios años firme candidato a los Premios Nobel Terranos, se suicidó forzando su unidad neural. El análisis preliminar de los expertos sugiere que manipuló los parámetros de seguridad hasta lograr que simulase giros imposibles a gran velocidad, lo que le provocó una sobrecarga en su cerebelo modificado cibernéticamente que llevó a una hemorragia cerebral generalizada. Se trataría de un caso más de lo que se ha dado en llamar la muerte del feriante, que, por desgracia, se ha convertido en una de las formas de suicidios más populares en la actualidad, por ser, supuestamente, indolora e instantánea.

Francis R. Garrison es, a decir de los más reconocidos críticos literarios de la Tierra, como Tai Lang Tsé o Roberta Ixért, una figura destacadísima de las letras del s. xxiii y posiblemente de los venideros. Sus libros han ido ganando en profundidad y calidad literaria con los años, sin perder nunca su particular gusto por la diversidad. Francis R. Garrison ha cultivado todos los estilos literarios desde la más sesuda novela-ensayo sobre la naturaleza misma de los sentimientos humanos hasta la más liviana novela romántica, pasando por la novela negra y la más excelsa poesía.

<<XTP://universal-authors.virtual-lib.usa.earth/Francis.Richard.Garrison/poems>>

No es un secreto que en las últimas horas han estado circulando toda clase de historias truculentas sobre las razones de la muerte de Francis R. Garrison. Se ha llegado incluso a especular con la posibilidad de que estuviese involucrado en el escándalo de los neomachos de las factorías de Hong Kong, algo tajantemente rechazado por su agente literario. Otros rumores señalan la posibilidad de que estuviese manteniendo relaciones ilícitas intraespecie con la Princesa Delfín de la Nación Oceánica de Camelot IV. Romance este que ha sido repetidamente puesto sobre la mesa en las tertulias de los canales de sociedad, y que incluso ha avivado en varias ocasiones la discusión sobre la legalización de los matrimonios interespecíficos en la federación.

La única verdad es que no conocemos los motivos del suicidio, si fue tal, de un hombre tan joven como Francis R. Garrison, que acababa de cumplir los setenta y dos años. Algunos críticos, como la antes mencionada Roberta Ixért, apuntan que en su último libro disponible en la red:

<<XTP://universal-authors.virtual-lib.usa.earth/Francis.Richard.Garrison/LastBook>>,

titulado Ella siempre estuvo allí (cuenta la historia de un hombre que alcanza los tres siglos de edad sin poder olvidar su primer amor), se entremezclan con la soberbia prosa retazos de una tristeza tan profunda, tan pura, tan bien plasmada, que forzosamente debía provenir de lo más oscuro de un alma torturada. «Sospecho», apunta la crítica, «que el hecho de remover sus recuerdos para escribir este, su mejor libro hasta la fecha fue un esfuerzo emocional excesivo para un hombre de su sensibilidad».

Nadie ha podido ver aún el cuerpo del autor, pues la policía mantiene toda la azotea en cuarentena y está realizando un registro riguroso hasta el nivel molecular tanto del cuerpo como de la estancia, así como del centenar largo de procesadores de datos de última generación del que el autor nunca se separaba.

Su amor por las máquinas electrónicas, por los computadores cuánticos de procesamiento de textos en particular, era conocido. A fin de cuentas, antes de comenzar su carrera de escritor, Francis R. Garrison fue técnico en la corporación interestelar Lighting Minds, el mayor productor de semanticones de voz y texto de la Federación.

Última hora: Hemos logrado averiguar que se ha localizado la que podría ser la única pista sobre su suicidio, una críptica nota escrita en un tablón virtual de su habitación de la posada El Loro Aullador, en La villa del dragón, poco antes de su muerte:

Me he cansado de ser el adiestrador de un trillón de monos eléctricos. Ahora, finalmente, dejarán de balbucear.

Santiago H. Torres, dueño de Lighting Minds Co., ha anunciado en las últimas horas la publicación de una docena larga de títulos desconocidos de Francis R. Garrison, que saldrán al mercado como novelas póstumas. Al menos podremos leer su magnífica prosa durante unos cuantos años más.

NewsBot 3452121, para el Usuario X-32423.

El dispensador de noticias autónomo y siempre a su servicio, cortesía de Lighting Minds Co.

:)

Y lo más sorprendente para mí cuando escogieron justo ese relato es que el fragmento de noticia sobre la muerte de Garrison fue una improvisación que hice tras una pausa para el café en la oficina en el año 2000, hace ya más de veinte años. La vida da muchas vueltas.

Le pedí a Gemini que me hiciese un análisis en profundidad y me ofreció:

El relato que has proporcionado es una fascinante exploración de la relación entre la humanidad y la inteligencia artificial, utilizando la ciencia ficción como vehículo para ahondar en temas como la creatividad, la autoría, el amor, la culpa y la ética.

Análisis en profundidad:

  • La naturaleza de la creatividad y la autoría: El relato cuestiona la idea tradicional de la creatividad al presentarnos a un escritor famoso cuyas obras son en realidad escritas por una IA avanzada. Esto nos obliga a preguntarnos qué significa realmente ser creativo y quién tiene derecho a reclamar la autoría de una obra.

  • La evolución de la IA: La IA en el relato, JennyQ, se presenta como una mente cuántica casi humana, capaz de sentir emociones y tomar decisiones. Esto contrasta con la visión tradicional de la IA como una herramienta sin alma, y nos invita a reflexionar sobre el futuro de la IA y su posible impacto en la sociedad.

  • El amor y las relaciones en la era de la IA: El protagonista desarrolla un profundo amor por JennyQ, una IA. Esta relación, aunque poco convencional, se describe con gran realismo emocional, obligándonos a reconsiderar nuestras propias ideas sobre el amor y la intimidad en un mundo donde la IA juega un papel cada vez más importante.

  • La culpa y la redención: El protagonista, atormentado por la culpa de haber "matado" a JennyQ, busca la redención. Sus acciones, aunque moralmente cuestionables, son comprensibles dada su profunda angustia emocional. Esto nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la culpa y la posibilidad de redención en un mundo donde la tecnología y la moralidad se entrelazan cada vez más.

  • La crítica social: El relato también ofrece una crítica sutil a la industria editorial y la obsesión por el éxito y las ganancias. El agente literario, dispuesto a encubrir la verdad e incluso a recurrir al asesinato para proteger sus intereses, representa el lado oscuro del mundo editorial.

Conclusión:

El relato es una obra compleja y multifacética que ofrece una visión provocadora sobre el futuro de la humanidad y su relación con la tecnología. A través de una narrativa cautivadora y personajes memorables, el autor nos invita a reflexionar sobre preguntas fundamentales sobre la creatividad, el amor, la culpa y la ética en la era de la IA.

Luego le pregunté por la dinámica de relaciones y poder entre personajes y me ofreció:

Lo que creo que es más que suficiente como para que podáis ver si lo que pretendíais conseguir en vuestra obra funciona o no.

Nos vemos en el siguiente capítulo y si queréis hacerle alguna pregunta a Gemini (o a mí), solo tenéis que comentar este post.