29.6.14

Concurso nuevo y cosas viejas

Amazon y su servicio de publicación KDP, me han enviado varias invitaciones a participar en su nuevo concurso. La verdad es que me ha pillado a trasmano sin nada nuevo revisado, así que había pensado no participar, pero algunas conversaciones con un viejo amigo me recordó que tenía Anexo Personal sin darle ningún uso. Lo he revisado un poco y le he cambiado las partes más flojas, así que espero que os guste, aunque sea una obra que tiene ya diez años.

Es una obra muy corta y había pensado regalarla, pero las normas del concurso exigen que tenga un precio, así que le he puesto el precio más barato que me permite KDP, espero que no sea un handicap muy grande para que lo leáis.

El concurso no es muy claro sobre quién ganaría, pero parece que las valoraciones y los comentarios serán parte fundamental de la elección, así que os animo a leer la obra, a comentarla y a puntuarla. Y ya de paso no le vendría mal algunos comentarios y puntuaciones a Ríos, que está la pobre un poco solitaria.


28.6.14

La felicidad

Cuando era un chaval estuve buscando la 'Verdad', así con mayúsculas, y en esa búsqueda pasé bastante tiempo considerando las creencias, todas las aproximaciones místicas de las que tuve conocimiento, desde aquellas en las que me habían formado -cristianismo- hasta algunas bastante extravagantes. Aquella búsqueda fue intensa en una época pero no acabó de golpe, sino que más bien acabó transformada en una especie de ruido de fondo que tardo bastante en cristalizar y solidificarse en mi fe ateísta actual.

Una de las conclusiones que alcancé en los primeros tiempos es que la mística no me aportaba nada personalmente y que mi pensamiento estaba más contento situándose en el lado del método científico (razón por la que os recomiendo encarecidamente que veáis con vuestros hijos la serie Cosmos, tanto la vieja como la nueva). La otras conclusión fue que si alguien tiene necesidades místicas, si necesita de alguna forma tratar la mente y encontrar algo más allá de la cruda realidad científica -que a mí me resulta hermosa y embriagadora, pero que es cierto que puede ser descarnada y brutal en sus conclusiones- las dos 'religiones' -y creo que es necesario escribirlo entrecomillas- que me parecen más razonables e incluso diría que humanas, son el budismo y el zen. Ambas religiones son casi ateas, aunque místicas, en el sentido de que importa más la mente del creyente que los 'espíritus'. Hoy me ha llegado por facebook ese video:


Y esto me ha hecho recordar otra de mis conclusiones. Creo que los budistas tienen razón en cuanto a la felicidad, el desapego y la meditación -lo segundo es de lo que trata el video- es lo que puede dar la 'felicidad', ese estado permanente que buscan los budistas. Ahora bien, cuando llegué a esa conclusión siendo un chaval me pregunté '¿eso es útil?'. Ved el vídeo. Este meditador lamaísta hace un chiste sobre la filosofía francesa que ríen a gusto los presentes, que a fin de cuentas son asistentes a TED y probablemente de mentalidad 'americana', una mentalidad contraria, en realidad, al pensamiento negativo y peligrosamente cerca a empezar a ser contraria al pensamiento crítico. Dice que los franceses prefieren sufrir para disfrutar con intensidad de los breves momento de placer, vivir con intensidad, dice el monje.

La pregunta no es baladí: ¿es útil la felicidad que nos proporciona la vía budista? Para el individuo es evidente y al menos el budismo no es contrario al avance tecnológico per sé, como sí son otras religiones -véase de nuevo el video-, pero, ¿que pasaría si todo el mundo alcanzase la perfección de la felicidad budista? Recordad mi relato 'La canción'.

Yo lo tengo claro, no es útil. Probablemente la angustia a la que nos somete la vida moderna sea lo que haga popular la búsqueda de la felicidad interior. La vía budista está ahí, funciona, estoy convencido, si los necesitáis exploradla, pero yo creo que debemos mantener al menos una parte de nuestro espíritu cabreado, para estar atentos a las injusticias.


22.6.14

No compro en ofertas

Hoy un amigo en un chat se refería a esto:


En referencia a la temporada de ofertas de Steam, lo que me ha hecho recordar que en realidad no he contado nunca por aquí un principio que me impuse hace unos años, desde que ardió la casa más o menos: si algo es una oferta no lo compro.

Suena un poco radical, pero me parece que funciona muy bien. Al evitar las ofertas, desde luego evito la compra compulsiva más habitual, el que surge ante la duda esa de 'madre mía está tan rebajado, que cómo no comprarlo', yo no tengo nunca ya esa duda, porque me he prohibido comprar una oferta. Y luego al ser todo realmente más caro no tengo más remedio que pensar seriamente si realmente necesito o no eso que estoy pensando en comprar.

No puedo evitar todas las ofertas, claro... a veces te hacen el descuento quieras o no, en esos casos no soy talibán. Y tampoco evito las tarjetas de fidelización, aunque recelo de ellas e intento verificar si están influyendo en mi elección del comercio en el que compro.

Os animo a probar la prohibición de comprar en oferta.

21.6.14

Hoy tengo la noche tonta

Mi vida está otra vez fuera de sus carriles. Tengo una imperiosa necesidad de mandar al traste todo y de hacer cosas completamente diferentes, pero cuando me pongo me entra una pereza infinita. No sé qué voy a hacer muy bien. Me encuentro de nuevo solo y sin perspectivas, lo que es un poco desalentador, pero es algo a lo que ya debería haberme hecho a la idea. Vuelvo a tener Akaram, pero la verdad es que ya no es la cuerda salvadora que me permitía encontrar sentido a las cosas por raras o extravagantes que fuesen. Aquella Navidad me rompió casi todos los esquemas mentales y aunque para algunas cosas fue bueno, en general me ha dejado mucho más vacío.

Lo cierto es que he perdido las ilusiones, todas aquellas cosas en las que me he ido volcando a lo largo de los años, a las que he dedicado pasión, se me han ido quedando atrás por lo general rotas o simplemente descoloridas. Pero sobre todo he fracasado. No tendré familia. No voy a ser un escritor de éxito. No voy a hacer un juego que sea memorable para la historia. Y aunque ya llegué a la conclusión de que no voy a aportar nada significativo a las ciencias, a ninguna de ellas; además ahora parece que mi curro, al que he dedicado 20 años, se está volviendo más y más ajeno a mí.

He de reconocerlo, estoy decepcionado conmigo mismo. Mi puntuación en el juego de la vida no está en el high score, más bien es mediocre.

¿Qué hacer ahora?

Ultimamente estoy pensando mucho en dejarlo todo y dedicar un tiempo a buscarme un sentido. Eso sería un suicidio profesional, desde luego, con mi edad y con los tiempos que corren. No sé, tal vez debería hacerlo de todas maneras, tal vez debería pensar en la salida clásica de mi familia, la educación, tomarme el tiempo de hacer el CAP, o un doctorado... no sé. Lo que tengo claro es que necesito encontrar y pronto algo que me ilusione.