Esta segunda antología de Ted Chiang me ha gustado significativamente menos que la primera 'La historia de tu vida', pero contiene un relato (el que le da el nombre a la antología) que me parece tan soberbio que por si mismo justifica comprar y leer esta selección de relatos.
El relato en cuestión 'Exhalación' es una deliciosa alegoría sobre la entropía y la muerte térmica del universo. Pero no nos adelantemos, más adelante haré una revisión de cada uno de los relatos de esta antología, hablamos del libro en su totalidad primero. Las mecánicas narrativas de este segundo libro no son muy diferentes a las del primero: se escogen en muchos casos mundos no ya improbables, sino directamente imposibles y se les da carta de realidad para ilustrar acertadamente una reflexión filosófica que el autor quiere hacer. La recreación de estos mundos es detallada, certera y en muchos casos compleja, así que, ¿por qué el conjunto me convence menos?
El primer problema es que no hay ningún cuento con tanta diversidad de puntos de vistas (y por lo tanto con una perspectiva tan completa) como era el relato '¿Te gusta lo que ves?' de la primera. En segundo lugar algunos de los relatos (como la recopilación de micros de papagayos), me parecen casi una broma, o al menos una guasa de poco calado que no lleva a nada. Pero el principal problema es que los temas dominantes de esta recopilación no me interesan demasiado: el libre albedrío y la crianza de los niños.
Hace muchos años que me convencí de que el libre albedrío no es más que una ilusión. Entiendo que para los que aún están reconciliándose con tal idea darle vueltas al asunto les parezca fascinante, pero a mí me tiene cansado y me aburre sobremanera. En cuanto a la crianza, ni tengo hijos ni voy a tenerlos, así que es un tema que me da totalmente igual.
Pero veamos los cuentos que incluye esta antología:
- El comerciante y la puerta del alquimista: me cuesta imaginar un viaje en el tiempo invariante (supongo que porque, aunque no creo en el libre albedrío, sí estoy convencido de la interpretación de la cuántica de múltiples mentes y múltiples mundos), pero la recreación del tono de las mil y una noches me parece fascinante y muy bien lograda. Si lo tomo no como ficción filosófica especulativa, sino como un relato de fantasía, no puedo más que aplaudirlo.
- Exhalación: este relato me parece maravilloso, la descripción de un mundo totalmente mecánico, impulsado por la diferencia de presión (paralelamente a la que el incremento de entropía mueve el nuestro mundo biológico) es simplemente perfecto, una excelente alegoría y un interesante puñetazo para aquellos que no se hayan dado cuenta de que nuestro universo es un sistema cerrado condenado (en principio) a la muerte térmica. Lo aplaudo todo de este relato excepto la explicación que el mismo autor da de su fuente de inspiración: la explicación que da Penrose de la entropía. Eso es triste porque la explicación de Penrose me parece simplista y equivocada.
- Lo que se espera de nosotros: este relato me aburre porque se recrea en un sentimiento que yo no tuve y que siempre me ha parecido absurdo: la idea de que la inexistencia del libre albedrío es un problema. Cuando llegué a esa conclusión hace ya muchos años para mí resultó un alivio, las piezas encajaban y me podía quitar de encima el problema de la 'esencia' volitiva, no un problema. La forma del relato (como una nota de aviso) está bien, pero el relato no tiene mucho más allá.
- El ciclo de vida de los elementos software: este relato es larguísimo, hasta el punto de constituir una novelle casi independiente. De hecho creo que ganaría siendo publicada por separada. A mí se me hizo demasiado larga, tal vez porque el tema de los derechos de las AIs y de la crianza no me interesan nada. Eso sí, está impecablemente escrito, sobre todo están bien conseguidas las diversas voces.
- La niñera automática: he de confesar de que no tengo ni idea de cuál es el interés de este relato, de hecho me parece que desluce mucho la antología.
- La verdad del hecho, la verdad del sentimiento: me parece muy interesante el tema de cómo cambia nuestro pensamiento a medida que le aplicamos diversas soluciones tecnológicas, y el doble relato sobre la oralidad y la memoria me parece muy bien escogido. Sin embargo me resulta muy difícil de creer la historia del protagonista, que me parece demasiado forzada.
- El gran silencio: no me gusta nada este relato, me parece conceptualmente muy inferior a los demás.
- Ónfalo: este relato es como el de los golems de la anterior antología, toma visiones incorrectas, mundos imposibles, las hace reales, tangibles y luego lo usa como punto de partida para reflexionar sobre ellas. Está bien, aunque el tema 'dios y la creación', no me interesa nada y darle juego al creacionismo me parece simplemente mala idea.
- La ansiedad: este relato es interesante, es una pena que la base del relato (la interpretación cuántica de los múltiples mundos) sea incorrecta. Incluso suponiendo que los prisma se pudiesen fabricar, a cada lado de la división inicial de mundos la líneas temporales se irían igualmente separando, si no hubiese interacción entre ellas, lo que provocaría que la visión del prisma se haría difusa e inútil con el tiempo. Por otra parte hay intercambio de información entre ambos lados, así que sí que hay interacción entre ambas líneas, así que en definitiva son la misma línea y el prisma no sería más que un espejo vulgar. Al final el relato solo puede ser una especulación mediante técnicas de fantasía mágica, sobre el arrepentimiento de las decisiones tomadas, no llega más allá.
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